LA CIUDAD DE CRISTAL. AVENIDA DE LA MARINA

En la Avenida de La Marina se encuentra uno de los  conjuntos acristalados mayores y más bellos del mundo y una de las estampas más emblemáticas de la ciudad. 

Curiosamente esta imagen no corresponde a las fachadas principales de las casas, si no que son la parte trasera de los edificios que se abren a las calles que durante muchos años fueron eje principal de la ciudad: la calle Riego de Agua y la Calle Real.

Este recurso arquitectónico presente en gran parte de la construcción gallega, se manifiesta en todo su esplendor en estas antiguas viviendas de  pescadores,  en las que las galerías formaban una cámara térmica que protegía la fachada de la lluvia y permitía relacionar visualmente el interior con el exterior, posibilitaba la ventilación, captaba el calor en invierno y refrescaba las habitaciones en verano. 

Esta escenografía acristalada de las galerías propor­ciona al visitante un espejo que recoge los reflejos de la luz del día desde el amanecer hasta la caída de la tarde, lo que le ha otorgado a La Coruña el nombre de Ciudad de Cristal.

Esta ciudad, tan abierta al mar por todos sus costados, recibe también el nombre poético de Marineda, tal y como así la denominó, en una de sus principales novelas, la insigne escritora coruñesa Emilia Pardo Bazán.

Los bajos aporticados de estas edificaciones están ocupados por las terrazas de múltiples cafeterías, en las que es una delicia disfrutar de un café a media tarde.